Tomando como tablero de juego compositivo el cuadro de Piet Mondrian, “Composición en rojo, amarillo, azul y negro (1921), se estudia la disposición de las cajas y del elemento central enlazador, de manera que el espacio sea lo más predecible y estructurado posible.

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Se propone por tanto una vivienda disgregada, formada por cajas asociadas a cada estancia y un elemento central que las cose, actuando de espacio de transición, lugar de calma y corazón del hogar. Los volúmenes que conforman el conjunto, dan lugar a una vivienda versátil, ya que la aparición o eliminación de estancias no condiciona al resto de la vivienda, y el diseño del elemento central permite su adaptación. Asimismo, la orientación y disposición de las cajas puede modificarse ya que se pueden desplazar en la cuadrícula modular que se ha proyectado sobre la parcela. De esta manera, el número de dormitorios se adaptaría al cliente así como la aparición de nuevas estancias necesarias.